lunes, 11 de julio de 2011

QUINTO PRODUCTO



QUINTO PRODUCTO
DESARROLLO DEL DISEÑO DE SITUACION-PROBLEMA
ESC. PRIMARIA  “EMILIANO ZAPATA”
CLAVE: 30DPR4910Q        CICLO ESCOLAR  2010-2011
EL FRESNO,MPIO. DE TLACOLULAN
PLANEACION
                    GRADO:                                   GRUPO: “A”             BIMESTRE:     MAYO -JUNIO 
SITUACION PROBLEMA: ¿CUAL ERA EL OBJETIVO DE AGUSTIN DE ITURBIDE AL DAR POR TERMINADA LA GUERRA DE INDEPENDENCIA CON EL ABRAZO EN ACATEMPAN?
ASIGNATURA:HISTORIA
ACTIVIDADES:
INVESTIGAR LAS CUATRO ETAPAS  DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DESPUES EN EQUIPO DE CUATRO CADA UNO PASARAN A EXPLICARLAS A TRAVES DE  EN DONDE SE DESTACARAN LOS HÉROES QUE ENCABEZARON ESTA MOVILIZACIÓN.
•BUSCAR EN LIBROS, REVISTAS E INTERNET LA  ULTIMA  ETAPA DE LA GUERRA INDEPENDENCIA, EN DONDE FUE QUE  PARTICIPO AGUSTIN DE ITURBIDE, REALIZAR UN CUADRO INFORMATIVO EN DONDE MUESTRE EL PROCESO QUE LLEVO ACABO PARA QUE LOGRARA LA CONSUMACION DE LA INDEPENDENCIA.
•SE ORGANIZARAN  EQUIPOS DE CUATRO PARA QUE CONSULTEN EN DIFERENTES FUENTES DE INFORMACION, ACERCA DE LOS SIGUIENTES TEMAS: GUERRA DE INDEPENDENCIA,LA CONSPIRACION DE PROFESA,CAMAPAÑA CONTRA GUERRERO,ABRAZO EN ACATEMPAN,PLAN DE IGUALA,CAMPAÑA DEL EJERCITO TRIGARANTE,TRATADOS DE CORDOBA Y FIRMA DE LA ACTA DE INDEPENDENCIA; CON LO  INVESTIGADO  ELABORARAN UN TEXTO INFORMATIVO  EN DONDE EXPLIQUEN AL GRUPO  LAS CAUSAS Y CONSECUENCIAS QUE LE TRAJO A AGUSTIN DE ITURBIDE PARTICIPAR EN LA CONSUMACION DE LA INDEPENDENCIA.
•ORGANIZARAN LOS ALUMNOS  EN LA ESCUELA  LA DRAMATIZACION DEL ABRAZO  DE ACATEMPAN.
PROPOSITO:UBICAR TEMPORAL Y ESPACIALMENTE LOS PROCESOS DE LA INDEPENDENCIA DE MEXICO
TEMA: AGUSTIN DE ITURBIDE AL TÉRMINO DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.
APRENDIZAJES ESPERADOS:
IDENTIFICARAN  LOS PROBLEMAS QUE AGUSTIN DE ITURBIDE ENFRENTO AL CONSUMARSE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
RECURSOS DIDACTICOS:
PROGRAMA DE ESTUDIO 2009.
BIOGRAFIA DE AGUSTIN DE ITURBIDE.
DIVERSOS LIBROS QUE TRATAN DE LA INDEPENDENCIA DE MEXICO
EVALUACION:
SE HARA UN PROCESO SISTEMATICO  DE LO INVESTIGADO  EN DONDE SE OBSERVE UN ORDEN CRONOLOGICO DE LOS HECHOS OCURRIDOS  CON LA FINALIDAD DE QUE LOS ALUMNOS ENTIENDAN Y COMPRENDAN CONQUE FINALIDAD ITURBIDE LUCHO POR UN MEXICO INDEPENDIENTE.
OBSERVACIONES:PARA ENTENDER EL PROPOSITO QUE TENIA AGUSTIN DE ITURBIDE RESPECTO A QUE LOS MEXICANOS  GOZARAMOS  DEL  TERMINO DE  LA GUERRA DE INDEPENDENCIA  CON EL ABRAZO EN ACATEMPAN CON VICENTE GUERRERO,FUE NECESARIO INVESTIGAR,LEER,COMPRENDER,ANALIZAR Y REFLEXIONAR SOBRE LOS ESCRITOS QUE ENCONTRE RESPECTO A ESTE TEMA, EN DONDE  ADVIERTI QUE EL INTERES QUE EL TENIA ERA  CONSERVAR UN PODER Y SEGUIR ESCALANDO COMO POLITICO; A SU VEZ ENCONTRE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA DE LOS HISTORIADORES RESPECTO A LO QUE EXPONEN DE ITURBIDE,EN DONDE LLEGO A LA CONCLUSION QUE DEBEMOS SER CRITICOS,REFLEXIVOS Y FLEXIBLES EN LA INTERPRETACION QUE DAN LOS DIFERENTES ESCRITORES.

CUARTO PRODUCTO


CUARTO PRODUCTO
LA INTERPRETACION NARRATIVA COMO ESTRATEGIA PARA LA RECONSTRUCCION HISTORICA

La narrativa en la enseñanza de la historia es concebida como una forma de representar el mundo en el que vivimos, de comprender nuestros actos cotidianos y darles significado, de “dar forma a nuestra realidad social”. Desde el momento que damos accesibilidad al pasado lo narrativizamos, como dice Bruner, al imponer un vínculo al pasado lo convertimos en historia. En este sentido, la narrativa es una estrategia educativa viable para que el alumno razone con coherencia lógica frente a los problemas que presenta la cotidianidad social, ya que la naturaleza más esencial de la historia es la inteligibilidad de la realidad, ya sea pasada o presente, mediante un discurso relacionado que dé cuenta de la diversidad de construcciones narrativas.
La historia es una asignatura que aporta el desarrollo de habilidades que permite desarrollar el pensamiento crítico. No es fácil explicarse el mundo donde esta uno parado y es precisamente el razonamiento histórico una forma de aproximarse a esta reflexión de señalarnos que la historia no es un pasado que ya murió sino lo más cercano a lo que vivimos.
La función educativa de la narrativa como estrategia en la enseñanza de la historia, aspira a llegar más allá del conocimiento superficial o anecdótico que contienen los libros del texto, y de la estructura curricular que actualmente presentan los textos de educación primaria. La intención de una narrativa como lo precisa Ricoeur es el estudio de las operaciones de comprensión en su relación con la interpretación de textos.
La narrativa puede insertarse en el currículo bajo la premisa de que la explicación histórica se expresa de manera natural en la narración y que toda narración expresa una forma de razonar y de configurar la realidad. Esta inferencia epistemológica de la historia nos lleva a pensar que cualquier propuesta pedagógica tiene que contemplar “los hechos históricos inmersos en una narrativa, en el cual estos hechos adquieren significación por su posición en el eje del relato, es decir en el tiempo. La historia es ante todo reconstrucción de los saberes culturales. Antes que la suma de descubrimientos de fuentes históricas, la historia problematiza a la realidad para poder comprenderla. Así pues su enseñanza debe priorizar la reconstrucción del conocimiento por encima de la retención o transmisión de información, el alumno debe formular interrogantes antes de memorizar, debe recrear una interpretación mediante la profundización de un problema para que comprenda la realidad en sus múltiples particularidades.




La eficacia de la narrativa se encuentra en el hecho de que un problema histórico puede abarcarse tan ampliamente o tan profundamente como se pretenda.
La narrativa como una opción en la enseñanza de la historia es ante todo un enfoque interpretativo del conocimiento histórico.
La narrativa posee un poder transformador y nos pone en contacto con otras experiencias.
La narrativa, vista en su dimensión educativa, presenta dos caminos para lograr una enseñanza que estimule el pensar históricamente. Primer camino, la narrativa como algo estructural al currículo que lleve a la transformación y movimiento permanente del conocimiento es decir a enfrentar la experiencia del otro, lo que nos permite transformar nuestras propias ideas y dialogar con las ideas de los demás. Segundo camino la narrativa como una vía accesible para exponer problemas, que por su complejidad requieren la utilización de formas narrativas que pueden ser metafóricas o analógicas.
La narrativa en el campo de la educación es como el contar historias a los alumnos, un medio para despertar su atención e interés cognitivo sobre un problema  que se trabaja en el salón de clases.
La narrativa es una forma en que los seres humanos configuramos la realidad, damos sentido a nuestras experiencias, conocimiento que se puede expresar de diversas maneras.
La narrativa tiene una importancia fundamental como base para dar sentido a las cosas, por tanto los niños y también los adultos, necesitan enfrentarse a narrativas además de interesantes bien escritas y que proporcionen claves importantes sobre el problema histórico pretende que los alumnos enfrenten, discutan y reconstruyan. En este sentido el currículo escolar de todos  los niveles deberán contemplar las narrativas en torno a los problemas que ubiquen cada presente, se piensa en un currículo abierto y flexible.
Hay que hacer comprensible un proceso histórico, teniendo muy claro los objetivos del currículo que se busca alcanzar.
La narrativa nos ayuda interpretar nuevas ideas y a interrogarlas a nuestro registro  de imágenes y sentimientos conocidos, dramatizando sus significados y relaciones.
Las narrativas  son instrumentos de interpretación que constituyen una práctica, pero también poseen una perspectiva altamente selectiva desde la cual contemplamos el mundo que nos rodea utilizamos narrativas para explicar los hechos ya que se trata de diversas clases o de textos curriculares o docentes. El funcionamiento narrativo implica siempre interpretación y reinterpretación, la estructuración de la experiencia y el acto de contarle algo a alguien.




La narrativa es una estrategia que posibilita adelantarse a una historia en la que hay acontecimientos facticos necesarios e indispensables en la historia, una perspectiva desde la cual se estructura la trama y la profundización de una problemática histórica y que está poblada de personajes o casi personajes que realizan acciones situadas en un contexto espacio-temporal.
El supuesto didáctico del cual se parte es que hay que impulsar en los alumnos la competencia de sistematizar la información que nos presenta el contenido escolar mediante historias o explicaciones que ellos den al problema que el maestro haya planeado.
Esta es una manera de estimular ciertas habilidades de pensamiento reflexivo y al mismo tiempo, se le pide aprender las experiencias  humanas de otros momentos históricos, de tal manera que la posibilidad al alumno de abrir discusiones que le permitan orientar o aclarar sus ideas.
Una explicación histórica que tiene como je los conceptos y categorías, características propia de la historia que aspira a cumplir los cánones de la cientificidad.
La narrativa, al ser una forma de inteligibilidad de la realidad, también está generando constantes interrogantes sobre la realidad. Enseñar consiste en seguir generando el deseo del conocimiento.


TERCER PRODUCTO


TERCER  PRODUCTO
Listado de ligas útiles para mi situación problema
: Biografía de Agustín de Iturbide.
:Plan de Iguala.
:Emperador de México.
:Abrazo de Acatempan.
:Tratados de Córdoba.
:Plan de Casa Mata.
:Plan de Profesa.
:Plan de Veracruz.
:Casa de Iturbide.
:Independencia de México.
: Ejercito realista.
:Ejercito Trigarante.
: Constitución de Cádiz.
:Primer Imperio Mexicano.
:Acta de I independencia del Imperio Mexicano.
:Conspiración de la Profesa.
:Museo Nacional de las Intervenciones.
:Revolución del Plan de Casa Mata.
:Batalla de Almolonga.
:Miguel Hidalgo.
:Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
:Príncipes de Iturbide.
:Agustín Jerónimo de Iturbide.
:Ángel de Iturbide.
:Maximiliano I de México.
:Festejos del Emperador y General Agustín de Iturbide Bicentenario de la                
     Independencia de México.



Listado de fuentes bibliográficas
&Una vida muy difícil
      SEP
      SEP
      Puebla, Junio 2010
      Pags.20-45

& Los Tratados de Córdoba
       Veracruz nace como estado
       SEP
       SEP
       México, D.F., diciembre 2009
      Páginas 116-120.

& La consumación de la Independencia
       SEP
       SEP
       México, D.F., noviembre 2009.
       Páginas 100-109.

& Los primeros años de la vida Independiente
       SEP
       SEP
       México, D.F., mayo 2010
       Páginas  11-45.








& La Independencia de México
       SEP
       SEP
       Puebla, Pue., Junio 2010
       Páginas 18-45.

&  Agustín de Iturbide
       Adriana León Quintanar
       LetrArte  S.A
       México, 2002
       Páginas 110-111
& Historia de México
       Adriana León Quintanar
       LetrArte  S.A
       México, 2002
       Páginas 12-13  y 135.

& La Independencia de México
       José Manuel Villalpando
         Ultra S.A de C.V.
         México, D.F., diciembre 2009
         Páginas 14-97

& Agustín de Iturbide
      Juan Palomar de Miguel
      Trillas
      México mayo 2003
     Página 696.






TERCERA SESION





Agustín de Iturbide
ADescripción: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/i/fotos/iturbide.jpg(Valladolid, actual México, 1783 - Padilla, id., 1824) Militar y polítco mexicano. Hijo de un terrateniente español y una criolla noble, Agustín de Iturbide se enroló en el ejército realista a la edad de catorce años. Se negó a participar en la insurrección contra los españoles, dirigida por el cura Hidalgo, y defendió la ciudad de Valladolid contra las fuerzas revolucionarias; su notable actuación le valió el ascenso a capitán.
Con este nuevo grado, Agustín de Iturbide combatió a las guerrillas indígenas, y acabó por capturar a Albino Licéaga y Rayón, logro que le valió un nuevo ascenso. Posteriormente, fue nombrado comandante general de la provincia de Guanajuato, donde se distinguió por su implacable persecución de los rebeldes. Diversas acusaciones (abuso de autoridad y malversación) propiciaron que el virrey Calleja lo destituyera, pero fue absuelto de todos los cargos gracias al apoyo del auditor Bataller.
Con treinta y siete años fue nombrado comandante general del Sur y se le encomendó la tarea de sofocar la insurrección de Guerrero, una de las últimas que continuaban en liza. Al no conseguirlo, se reunió con éste y, juntos, presentaron el denomindo Plan de Iguala, en el que se proclamaban tres garantías: la independencia de México, la igualdad de derechos para españoles y criollos y, por último, la supremacía de la Iglesia Católica. Rápidamente, el ejército trigarante pasó a dominar todo el país. En vista de ello, el nuevo representante del rey de España, Juan O'Donojú, firmó el tratado de Córdoba, por el que se reconocía la independencia de México.
Un año más tarde, Iturbide se autoproclamó emperador (Agustín I), si bien muy pronto hubo de enfrentarse a una conspiración de carácter republicano. Decidió entonces disolver el Congreso y nombró una Junta que actuaba por completo a su servicio. En contra de estas medidas, el gobernador de Veracruz, el general Santa Anna, resolvió proclamar la República, e inmediatamente recibió el apoyo de otros generales, e incluso de las tropas que en principio debían acabar con la revuelta. Por último, Iturbide se vio obligado a abdicar. Se exilió en Europa (1823) y un año después volvió a su país, ignorante de que allí había sido condenado a muerte. Detenido a su llegada, fue fusilado a la edad de cuarenta y un años.
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Agustín de Iturbide
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Agustín de Iturbide
Descripción: Emperor Agustin I kroningsportret.JPG
Agustín I de México

Predecesor
Sucesor


Coronación
Nombre real
Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu
Nacimiento
Fallecimiento
Entierro
Consorte
Descendencia
Casa Real
Padre
José Joaquín de Iturbide y Arreguí
Madre
María Josefa de Arámburu y Carrillo de Figueroa

Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu o Agustín I de México (Valladolid, México, 27 de septiembre de 1783 - Padilla, Tamaulipas, 19 de julio de 1824) fue un militar y político mexicano. Durante las primeras etapas de la guerra por la Independencia de México, Iturbide militó en el ejército realista combatiendo a los insurgentes. Posteriormente, durante el marco del trienio liberal en España, fue designado comandante para combatir a Vicente Guerrero, jefe de los rebeldes en la Sierra Madre del Sur. Con ideología opuesta a la implementación de la Constitución de Cádiz, decidió pactar con las fuerzas insurgentes. Proclamó el Plan de Iguala en febrero de 1821. Más adelante, en agosto del mismo año firmó los Tratados de Córdoba con Juan O'Donojú. De esta manera se logró consumar la independencia el 27 de septiembre de 1821.
Presidió la regencia del primer gobierno provisional mexicano. En mayo de 1822, fue proclamado emperador y coronado dos meses más tarde con el nombre de Agustín I de México. En diciembre de 1822, Antonio López de Santa Anna proclamó el Plan de Veracruz, provocando que los antiguos insurgentes de ideas republicanas e inconformes con el régimen imperial se levantaran en armas. En febrero de 1823, se firmó el Plan de Casa Mata, como resultado, los borbonistas y republicanos unieron sus fuerzas para apoyar el derrocamiento de Iturbide. El emperador decidió abdicar en marzo de 1823 y se exilió en Europa. Durante su ausencia, el Congreso Mexicano, previamente reinstalado por Agustín I, lo declaró "traidor y fuera de la ley en caso de que se presente en el territorio mexicano, declarandólo como enemigo público del Estado, y a todo aquel que le ayude a su regreso". Iturbide, sin conocer esta resolución, regresó a México en julio de 1824. Al desembarcar en Tamaulipas fue arrestado y posteriormente ejecutado por un pelotón de fusilamiento.
En 1838, sus restos mortales fueron trasladados a Ciudad de México e inhumados con honores en la Capilla de San Felipe de Jesús en la Catedral Metropolitana, donde se exhiben en una urna de cristal. Su nombre en asociación con la bandera nacional, fue conservado durante mucho tiempo en una estrofa de la letra original del Himno Nacional de México, la cual fue suprimida en 1943. Paradójicamente, el sable que utilizó Iturbide durante el desfile de entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, fue colocado en el salón del Congreso junto con los nombres escritos en letras de oro de los insurgentes a quienes había combatido.

Contenido
[editar] Guerra de Independencia
[editar] Primeros años como militar realista
Nació el 27 de septiembre de 1783 en Valladolid —ciudad que corresponde a la moderna Morelia—, capital del estado de Michoacán, México. Sus padres fueron José Joaquín de Iturbide y Arregui, oriundo de la villa de Pamplona, España, y María Josefa de Arámburu y Carrillo de Figueroa, originaria también de Valladolid, Michoacán. Ingresó en el Seminario Tridentino para estudiar gramática latina, pero abandonó los estudios cuando tenía quince años de edad, para trabajar en la administración de la hacienda de su padre. En 1797, se integró en el servicio militar como alférez del regimiento provincial de Valladolid, el cual estaba bajo el mando del conde de Rul. El 27 de febrero de 1805, contrajo matrimonio con Ana María Josefa Huarte y Muñiz,[1] hija de Isidro Huarte, también español peninsular, intendente provincial del distrito y a la vez nieta del marqués de Altamira. Josefa Huarte, con la dote recibida de cien mil pesos, compró la hacienda de Apeo en Maravatío.
Durante la crisis política de 1808 en México, Iturbide simpatizó con el movimiento golpista encabezado por Gabriel de Yermo. En 1809, con el grado de teniente, fue partícipe en la represión de la Conjura de Valladolid, que encabezaron los conspiradores José Mariano Michelena y José María García Obeso.[2] En octubre de 1810, durante la toma de Valladolid, se negó a colaborar en el alzamiento independentista de Miguel Hidalgo y Costilla, quien le había ofrecido el rango de teniente general. Ante el avance de los insurgentes, decidió huir a Ciudad de México.[3] Tiempo después, participó en la batalla del Monte de las Cruces, bajo las órdenes de Torcuato Trujillo.[1] Su actuación fue premiada por el virrey Francisco Xavier Venegas, quien lo nombró capitán de la compañía de Huichapan del batallón de Toluca.[4] Su trayectoria se distinguió por sofocar varias insurrecciones de rebeldes que luchaban por la independencia de México. En 1811, fue destinado al sur del país, donde combatió contra las guerrillas independentistas de Albino García Ramos,[5] a quien capturó en 1812, y de Ramón López Rayón, a quien derrotó en el Puente de Salvatierra en 1813. Ese año, recibió los despachos de coronel, y continuó combatiendo contra los independentistas como comandante general de la provincia de Guanajuato.
En 1815, derrotó a José María Morelos, pero fue vencido en Cóporo por Ignacio López Rayón. Sus logros le valieron el ascenso a coronel.[4] El cura de Guanajuato, Antonio Labarrieta, acusó a Iturbide de haber destruido y monopolizado el comercio de la localidad,[6] y de detener los convoyes acaparando la venta de lana, azúcar, aceite y cigarros, fingiendo expediciones del real servicio.[7] Las denuncias acumuladas en su contra, sumadas a nuevas protestas de los comerciantes de Guanajuato, llevaron al virrey Félix María Calleja a destituirlo en 1816, acusado de malversación de fondos y abuso de autoridad. Aunque fue absuelto por mediación del auditor de guerra real, no regresó al mando de su ejército, sino que se retiró a sus propiedades en Michoacán. Al año siguiente, se estableció en Ciudad de México en donde estuvo inactivo.[8]
Según Zárate, de acuerdo a lo registrado en el libro Historia de México del historiador Lucas Alamán, cuando Iturbide fue vencido en Cóporo se lamentó con el capitán Vicente Filisola por el derramamiento de sangre, expresando que la independencia se podría lograr con suma facilidad realizando un pacto entre los insurgentes y las tropas del rey, pero consideraba que era necesario «"exterminar a los primeros", por el gran desorden que los distinguía y después poner en planta un plan regular».[7]
[editar] La conspiración de la Profesa
Artículo principal: Conspiración de la Profesa
Descripción: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4c/Iturbide.jpg/220px-Iturbide.jpg
Descripción: http://bits.wikimedia.org/skins-1.17/common/images/magnify-clip.png
Grabado del siglo XIX basado en un retrato al óleo de Agustín de Iturbide.
El triunfo de la revolución liberal de Rafael de Riego en España en 1820 desencadenó en Nueva España varios temores: por un lado, los sectores conservadores deseaban evitar la aplicación de las medidas radicales que estaban impulsando los diputados en las Cortes de Madrid; por el otro, los liberales novohispanos quisieron aprovechar el restablecimiento de la constitución liberal española de 1812 para obtener la autonomía del virreinato.[9] Los conservadores, conformados por la clase aristócrata y el clero, comenzaron a reunirse en el Oratorio de San Felipe Neri. A dichas reuniones se les conoce como la Conspiración de la Profesa y fueron dirigidas por el canónigo Matías de Monteagudo. Por ser de índole secreta, no se conocen con certeza los nombres de todos los participantes. Sin embargo, algunos de ellos habían colaborado en el golpe de Estado durante la crisis política de 1808 en México, con el objetivo de desconocer a la constitución liberal y mantener la vigencia de las leyes viejas para gobernar la colonia.[10]
Se trazaron diversos planes durante el desarrollo de los acontecimientos que ocurrieron en la península Ibérica. El último consistió en proclamar la independencia de Nueva España para establecer una monarquía, la cual sería dirigida por un infante de España. Para realizar este propósito, se requería un jefe militar de prestigio en el ejército y que mereciese la confianza absoluta de los conservadores. De esta manera, los participantes de dichas reuniones convencieron al virrey Juan Ruiz de Apodaca para que designara a Iturbide Comandante General del Sur.[11] El 9 de noviembre de 1820, con motivo de la renuncia del comandante en funciones, Gabriel Armijo, el virrey mandó llamar a Iturbide para sustituirlo. El 13 de noviembre, le fue otorgado el cargo. El día 15, un día antes de salir hacia el sur, el nuevo comandante fue reiterado en el cargo, además solicitó el grado de brigadier y la asignación del antiguo regimiento de Celaya, lo cual le fue concedido.[12]
«Así, pues, mi amado y respetado general, me tomo la libertad de rogarle particularmente con el mayor encarecimiento, que se digne poner á mis órdenes toda la tropa que le he pedido para esta campaña. Un esfuerzo de V.E. hecho en el momento, es el que va á decidir de la acción. Lo espero con la mayor confianza, porque V.E. no puede dejar de conocer con su perspicacia y ojo militar, que la oportunidad perdida en la guerra suele ser la desgracia de un reino, y que esta oportunidad muchas veces no es de un mes ni de un día, sino acaso de un segundo. Ejecutado el golpe que tengo meditado, las tropas podrán volver á sus demarcaciones respectivas, y si entretanto la capital (lo que Dios no permita) llamase la atención, volaré á su socorro lo mismo que á cualquiera otro punto de preferencia...»
Carta de Agustín de Iturbide al virrey Apodaca del 19 de noviembre de 1820.[13]
Mientras tanto, los liberales planeaban que el compadre de Iturbide, Juan Gómez Navarrete, recién elegido diputado a las Cortes, promoviera un Plan de Independencia en Madrid, que consistía en llamar a uno de los miembros de la familia real para gobernar México. Al mismo tiempo que esto ocurriera, Iturbide debía marchar al sur con sus tropas, supuestamente para combatir al general Vicente Guerrero, uno de los pocos dirigentes independentistas que quedaban, pero también para convencerlo de unirse a un nuevo plan que conciliaba tanto los intereses y posiciones de los liberales como de los conservadores.
[editar] Campaña contra Guerrero y Ascencio
La Comandancia General del Sur abarcaba desde los distritos de Taxco e Iguala hasta la costa del Océano Pacífico. Los soldados realistas controlaban la zona norte, que comprendía Zacualpan, Cuernavaca y Cuautla; la zona poniente, bajo el mando del coronel Ráfols (Tejupilco, Sultepec y Temascaltepec); la zona oriente, bajo el mando del teniente coronel Miota (Ometepec, Tlapa y la Mixteca Alta); y el curso del río Mezcala, desde la confluencia del Cutzamala hasta la desembocadura en el océano, a cargo del teniente coronel Juan Isidro Marrón. El resto de la tropa, que había sido comandada por Armijo, se encontraba en Acapulco, Tixtla, Chilapa, Teloloapan y otros pequeños pueblos. Por su parte, Pedro Ascencio (segundo de Guerrero) se encontraba en la Ajuchitlán y las montañas de la Coronilla.[14]
Quinientos diecisiete hombres del antiguo regimiento de Celaya, mandados por el capitán Francisco Quintanilla, se concentraron en Acámbaro y partieron hacia Teloloapan para quedar a disposición de Iturbide en el mes de diciembre de 1820.[13] Otro contingente de doscientos hombres del batallón de Murcia se reunió con el comandante en Tejupilco. Iturbide se entrevistó con Quintanilla y le confió el borrador de lo que sería el Plan de Iguala. A pesar de ser contrario a las órdenes con las que había salido de la capital, Quintanilla decidió apoyarlo al igual que los capitanes Manuel Díaz de Lamadrid y José María González. El cuerpo de caballería de Frontera, al mando del coronel Epitacio Sánchez, que también había combatido en el Bajío, se unió a las fuerzas realistas. Para el 21 de diciembre, un total de 2 500 efectivos formaban la tropa principal.[15]
El 22 de diciembre, el teniente coronel Carlos Moya, con un grupo de cuatrocientos hombres, persiguió a las fuerzas comandadas por Vicente Guerrero en la sierra de Jaliaca. Al mismo tiempo, el coronel José Antonio de Echávarri persiguió a las fuerzas del insurgente Pedro Ascencio. Dos cuerpos de tropas realistas partieron del Fuerte de San Diego y se colocaron en las cercanías de Mezcala para cortar la comunicación de las fuerzas de los insurgentes.
Pedro Ascencio, con un grupo de ochocientos hombres, venció a la retaguardia de Iturbide cerca de Tlatlaya el 28 de diciembre de 1820. En consecuencia, murieron ciento ocho soldados realistas, entre los que se encontraba el capitán José María González. La acción oportuna del capitán Quintanilla, al mando de los granaderos de la Corona y de los dragones de España, permitió que Iturbide se replegara a Teololapan. Para apoyar a la tropa, el virrey envió 35 000 pesos reunidos por la Audiencia de México y 25 000 pesos enviados por el obispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas.[16]
Cinco días más tarde, el 2 de enero de 1821, el propio Guerrero con cuatrocientos hombres venció a una columna subalterna al mando de Carlos Moya en la Batalla de Zapotepec, cerca de Chilpancingo. Cuando Iturbide se percató de que los insurgentes tenían la ventaja de conocer mejor el terreno y que vencerlos podría llevarle largo tiempo, decidió adelantar el plan que había dado a conocer a sus capitanes, y envió a Vicente Guerrero una carta el 10 de enero, en la cual le proponía una alianza.[17]
«..Sin andar con préambulos, que no son el caso, hablaré con franqueza que es inseparable de mi carácter ingenuo. Soy interesado como el que más en el bien de esta Nueva España, país en que como Ud. sabe he nacido, y debo procurar por todos medios su felicidad. Ud. está en el caso de contribuir á ella de un modo muy particular, y es, cesando las hostilidades, y sugetándose con las tropas de su cargo á las órdenes del gobierno, en el concepto de que yo dejaré á Ud. el mando de su fuerza, y aun le proporcionaré algunos auxilios para la subsistencia de ella..».
Carta de Agustín de Iturbide dirigida a Vicente Guerrero del 10 de enero de 1821.[17]
En el documento informó a Guerrero que los antiguos insurgentes José Sixto Verduzco, Nicolás Bravo e Ignacio López Rayón habían sido liberados de su prisión; que diputados novohispanos habían partido a España para manifestar en el Congreso de la Península y ante Fernando VII el deseo de que alguno de los infantesCarlos María Isidro de Borbón o Francisco de Paula de Borbón— gobernasen la Nueva España. Al mismo tiempo, le comentó que tenía fuerzas suficientes para vencerlo y que podía contar con mayores recursos militares, los cuales le serían enviados desde la capital.[17]
Guerrero, que había rechazado una oferta de indulto con anterioridad, tomó con cautela la propuesta de Iturbide y le respondió, en una carta fechada el 20 de enero, que había percibido ciertas ideas de liberalismo. Explicó bajo su punto de vista, cómo los americanos se habían levantado en armas durante la cautividad de Fernando VII, en contra de los peninsulares para no subyugarse al designio de las Juntas españolas. Además, expresó la inconformidad que los insurgentes sintieron cuando se enteraron del trato inequitativo que se había dado a los diputados americanos en las Cortes de Cádiz y de la forma en que el virrey Francisco Xavier Venegas había rechazado sus propuestas.[18]
«Usted y todo hombre sensato, lejos de irritarse con mi rústico discurso, se gloriarán de mi resistencia; y sin faltar á la racionalidad, justicia y sensibilidad no podrán redargüir á estas mis reflexiones, supuesto que no tienen otros principios que la salvación de la patria, por la que Ud. se manifiesta interesado. Si ésta inflama á Ud., ¿qué, pues, le retarda para declararse por la más pura de todas las causas? Sepa Ud. distinguir, y no se confunda; defienda Ud. sus verdaderos derechos, y esto le labrará la corona más grande: entienda Ud. que yo no soy de aquellos que aspiran á dictar leyes, ni pretendo erigirme en tirano de mis semejantes; decídase Ud. por los verdaderos intereses de la nación, y entonces tendrá la satisfacción de verme militar á sus órdenes, y conocerá un hombre desprendido de la ambición, y que sólo aspira á sustraerse de la opresión, y no á elevarse sobre las ruinas de sus compatriotas...»
Carta de Vicente Guerrero dirigida a Agustín de Iturbide, el 20 de enero de 1821.[18]
Guerrero expresó el poco optimismo al respecto de los diputados que habían viajado a la península, y reiteró que la divisa de su causa era independencia y libertad. Puntualizó que no se amedrentaba ante las fuerzas militares y que todo lo que no fuera concerniente con la independencia, se disputaría en el campo de batalla.[18]
El 25 de enero, Pedro Ascencio atacó a las tropas del coronel Ráfols en Totomaloya, obligando a los realistas a replegarse hacia Sultepec. El 27 de enero, el coronel realista Francisco Antonio Berdejo, con una fuerza de trescientos hombres, combatió a los insurgentes en las cercanías de Chichihualco en un lugar denominado el Espinazo o la Cueva del Diablo. Durante la escaramuza los realistas tuvieron cincuenta y un bajas, y se vieron forzados a retirarse cuando se les acabaron las municiones.
[editar] Abrazo de Acatempan
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Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide en el Abrazo de Acatempan. Óleo sobre tela de 1870 de Román Sagredo, colección del Museo Nacional de Historia, INAH, México.
Artículo principal: Abrazo de Acatempan
El 4 de febrero, desde Tepecuacuilco, Iturbide escribió una segunda carta a Guerrero en la que le propuso reunirse cerca de Chilpancingo para sellar un pacto de paz, enviando a Antonio Mier y Villagómez como su emisario.[19] El 10 de febrero, de acuerdo a Lorenzo de Zavala, se efectuó una reunión en Acatempan en donde Guerrero e Iturbide, respaldados por sus tropas, se reunieron, conversaron y se abrazaron para sellar la paz. De acuerdo con Lucas Alamán, fue José Figueroa el comisionado por los insurgentes para reunirse con el comandante realista.[20] A partir de entonces, las fuerzas militares de Guerrero se pusieron a las órdenes de Iturbide. Este último informó a Apodaca la noticia el 18 de febrero, quien la recibió con júbilo sin sospechar el desenlace.
El capitán Manuel Díaz de Lamadrid partió de Teloloapan con las órdenes de reunirse con el brigadier Pedro Celestino Negrete para solicitar su cooperación. El capitán Francisco Quintanilla salió hacia Valladolid y Guanajuato con la misma misión de contactar con el coronel Quintanar, con el coronel Anastasio Bustamante y con el teniente coronel Luis Cortázar. Por su parte, Iturbide se reunió en Sultepec con el teniente coronel Miguel Torres. En Veracruz, los diputados que estaban dispuestos a viajar al Congreso de España, se enteraron por Juan Gómez Navarrete —representante de Michoacán e íntimo amigo de Iturbide— del plan que se iba a proclamar, pero la mayor parte de ellos vio con desconfianza la noticia. El 13 de febrero, casi todos ellos se embarcaron en la fragata Pronta, a excepción de Zozaya, González Angulo y Cantarines, representantes de Guanajuato, Puebla y Oaxaca.[21]
[editar] Plan de Iguala
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Agustín de Iturbide retrato del siglo XIX, tomado del libro: Guadalupe Jiménez Codinach, México. Su tiempo de nacer. 1750-1821.
Artículo principal: Plan de Iguala
El 24 de febrero de 1821 se proclamó el Plan de Iguala,[22] un programa político de veinticuatro puntos, cercano tanto a los tradicionalistas católicos como a los liberales. Entre los puntos más importantes se declaraba la independencia de Nueva España, se proponía un régimen monárquico moderado constitucional adecuado a la entidad cuyo trono era ofrecido a Fernando VII de España o a alguno de sus hermanos, así como la exclusividad de la religión católica «sin tolerancia de otra alguna».[23] Iturbide envió el documento al virrey Apodaca, al arzobispo Pedro de Fonte, al canónigo Matías Monteagudo, a los oidores Isidro Yánez y José María Fagoaga, al síndico Juan Francisco Azcárate y Lezama, así como a otros personajes importantes de la capital. Propuso además formar la Junta Gubernativa tal y como lo señalaba el punto cinco del documento. En una carta particular dirigida a Apodaca, Iturbide le pidió presidir la Junta Gubernativa, le expuso que no creía que Fernando VII hubiese jurado voluntariamente la Constitución de Cádiz y que si el monarca o su familia accedían a gobernar Nueva España, se podría redactar una constitución moderada, la cual permitiría el fuero del clero y reintegraría las preeminencias de las que habían sido despojados los miembros de la Iglesia.[24]